Se miraron a los ojos, unos eran marrones, los ojos negros. Podían reflejarse en ellos expectativas de un mundo nuevo, un universo lleno de alegrías, con felicidad a mares. Siempre se dijeron cosas bellas, de las cuales se imaginaban todo con colores vivos, con olores que sólo algunos han podido olfatear. Siempre soñaron con un lugar perfecto, unas praderas enormes, con un césped verde y limpio, en el fondo se encontraba un bosque con árboles más sabios de lo que muchos serían alguna vez, ni los grandes filósofos se plantearían jamás que unos troncos gruesos sepan más de la vida que ellos. También en ese ensueño habría un sol que los acompañaría donde fueran, alumbrando siempre su camino, quemándoles las espaldas, dándoles vida.
Esta noche, al igual que otras muchas, se paseaban por las calles, preguntándose que sería de sus vidas si no se tuvieran el uno al otro. Crearon un mundo paralelo sólo para ellos, el alimento, aunque les faltaba algunos días, se podría decir que eran felices. Sus almas se juntaron, hicieron a un sólo ser, y ahora ya no podrían separarse jamás. Su amor crecía cada tanto, con ese mundo, ese universo vivo; pueden ver las estrellas todas las noches, las cuentan, se maravillan que esas pequeñas luces sean tantas e incontables, pero para ellos nada es imposible.
Pero, si en esta noche, un hombre ve a estos dos amantes, sólo vería a dos animales, apoyados en la pared del almacén "El Nonino", disfrutando cada segundo de sus amores perros.
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No sabía muy bién que escribir, pero como siempre, la música me inspiró. Un abrazo a la Nicole que hoy está de cumpleaños, y ya le dije que pondría algo en mi blog sobre ella...Por eso, este cuento va dedicado a la pequeña que está creciendo xd
