martes, 19 de enero de 2010

Que triste me siento...

Hoy nos hemos quedado vacíos, queremos ver más, queremos tener más fuerza. Pero esta época es complicada, es difícil pensar diferente, pueden decir miles de cosas, lo que importa es la diferencia y la originalidad. ¿Eso es verdad?, creo que no, las ideas nuevas son miradas con sonrisas de personas mediocres que creen tener una cabeza más grande que nosotros.
Me es difícil escribir esto, quise expresarme en este blog, porque tengo mucha pena, y en realidad me sirve escribir lo que siento. Ya sabrán, acá en Chile hubo elecciones, como es típico entre derecha e izquierda. Y bueno, ganó la derecha, si, ganó después de 52 años de tener un presidente electo acá en Chilean.
Me da mucha pena, sólo dejo a las personas que votaron por Piñera regodearse con su triunfo. Me da pena, porque en serio se quieren olvidar de algo tan importante que en serio no se puede borrar así nada más. ¿Alguna vez se ha tratado de borrar la historia? Se sabe que no se puede, porque deja una marca muy grande.
Incluso me da más pena que la gente de mi edad piense que en verdadero cambio de Chile se puede poner en las manos de la derecha, sabiendo que es la minoría, la pequeña minoría que se lleva todo el dinero que nos serviría a los pobres. Si, porque yo soy de clase media baja, incluso me enorgullece ser de esta clase, porque se supone que somos gente esforzada y yo tengo muchos ideales como para ser engañada.
Es gracioso cómo la gente cree en un lindo discurso, la gente es muy ingenua. Tan solo debemos escuchar la famosa canción de Violeta Parra, miren como sonríen los presidentes que le hacen promesas al inocente.
Se quieren olvidar que el próximo presidente de nuestro país, Piñera, se hizo su fortuna en la Dictadura, que ellos apoyaron esa etapa de la vida de Chile. Si, al igual como otra entrada que escribí, se ganó mucho en lo económico, pero ¿y los derechos humanos? Qué pasó con la gente que murió, la gente que vivió escondida, con miedo de que los cogieran y los torturaran, gente que tenía susto de llegar a su casa y no encontrar a alguien de su familia.
No, no se puede olvidar una época tan oscura, el siglo pasado fue un tiempo de sangre, de tristeza para los desvalidos. Ahora, la mayoría (no la gran mayoría) de los chilenos creen en que los mismos que mataron a la gente de Chile, los pobres, los humildes, irán a salvar a este país, ¿pero salvarlo de qué? Estábamos bien, y si querían un cambio, ¿porqué un cambio tan malo?