domingo, 4 de octubre de 2009

Un adiós, unas palabras, un símbolo a nuestro canto...


Hoy, la vida nos ha demostrado que todo tiene su culmine, todo lo bueno se debe acabar en algún momento y que después de todo debemos alegrarnos de las cosas bellas y llorar los momentos de tristeza.
Todos, en algún momento hemos llorado por alguna muerte, por algo tan triste que nos quita la respiración. Hoy, creo, es uno de esos momentos, en que todo un pueblo se lamenta por una despedida; la muerte de Mercedes Sosa.
Una mujer fuerte, con 60 años de trayectoria musical: su vozarrón magnífico ha acompañado a muchos cantautores, a muchos artistas a emprender en este hermoso arte que es la música.
No sé muy bien como expresar mis sentimientos ahora mismo, creo que esto lo escribo para desahogarme. Esta noticia me impresionó en tal modo que lloré en ese mismo instante, seguí llorando y sufriendo su pérdida, me siento tan parte de ella, tan parte de Argentina.
Debo dar gracias a mis padres, a mis raíces por haberme dado la oportunidad de cuando pequeña haber escuchado la música de la Negra, haber seguido oyéndola ahora cuando ya he crecido lo bastante como para entender todo lo que transmite su voz y las canciones que interpretaba….
....Pero no cambia mi amor
Por mas lejo que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente
Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana....


Su recorrido fue enorme, y su corazón también. Hoy nos ha dejado en este mundo, pero su canto se seguirá escuchando en el cielo, en las aguas, en la tierra, en el viento susurrará sus cantos y el universo nos agradecerá haberles dado una estrella más a su constelación de amor.