domingo, 27 de diciembre de 2009

Por entre las nubes...

Le pueblo siempre estuvo por allí, escondido entre las nubes, entre las grandes cuidades de Chile.
Debía ser hermoso, porque mucha gente iba para allá. Era un lugar pequeño, con grandes árboles, el color de las casas eran marrones, pasteles. Eran casas coloniales. Sus gentes eran alegres y vivarachas.
Un joven, que en ese entonces tenía 18 años, un turista, que luego se convirtió en lugareño, quiso hacer un cuadro, retratar este pueblo encantado.
Su gran trabajo fue primero conocer a cada persona del pueblo, golpeó cada puerta y habló con todos, absolutamente todos. Esto fue en 2 años. También pasó por todas las callejuelas, celebró cada fiesta con ellos y lloró cada lamentación en este sitio.
Claro, el nombre de aquel joven, en realidad no es importante, nunca se sintió una gran persona, pero gracias a él, yo puedo contar la historia del pueblo. Él siempre quiso ser pintor, y la esencia de este pueblo lo animó a retratar en un lienzo todo lo aprendido allí.
Dibujó al abuelo José, a la señora Margarita, al niño que dale que dale con la pelota, siempre le pedía jugar.
Luego lo pintó todo, con óleos, acrílicos, pasteles, hasta ocupó pasta de zapatos. Todo cabía en aquella cabeza de artista.
En 5 años pudo terminar este cuadro, tanto lo entusiasmó, que regresó al pueblo y fue a hablar con el alcalde. En dos días, ya estaba el cuadro expuesto en la plaza de armas. Todo el pueblo se consagró en la plaza y todos quedaron fascinados al verte en aquella fotografía del lugar. Más aun, no entendían que expelía aquella obra de arte que los hacían contemplarla en cada segundo y cada minuto de sus vidas.

…..El tiempo pasa incluso para el más perezoso de los hombres, y el viento, su compañero de vida, pasa tan rápido por nuestras vidas que nunca nos percatamos de su existencia……

Y el tiempo pasó, el joven se fue del pueblo e hizo una vida fuera de él. Logró estudiar en el bellas artes y sus pinturas siempre fueron famosas. Se casó y sus hijos se enteraron de la historia de aquel pueblito que tanto lo maravilló.

Pasaron 5
10
20 años y nunca más se enteró de aquel lugar, aquel pueblo nunca lo llamó.
Pero aunque nunca supo de él, un día soleado, junto a su mujer partió por la carretera y llegó al pueblo. Recorrió las calles y pudo percatarse que el cuadro, la primera pintura que creó, aun se encontraba en la plaza de armas.
Se bajó de su auto, contempló la exquisitez de su creación. Luego se dio vuelta y el pueblo que estaba en aquella pintura era la misma imagen que ahora contemplaba. Nada había cambiado, el niño seguía jugando en la calle y las luces de navidad pronto se hacían presentes en la postal de la ciudad. En ese mismo instante, que le pareció eterno, pudo darse cuenta que la esencia de aquel lugar era que el tiempo nunca pasaba y que el aroma de las frambuesas en primavera se rebalsa por todo el lugar, atravesando cada ventana abierta de aquel pueblo escondido entre las nubes
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Sí, borré lo que tenía escrito porque, mi gran amigo oscar me recordó que ya había subido el cuento y está mas abajo. Así que escribí otro, espero les guste, no es tan "fatalista" así que está...loco .
Un abrazo enorme a mis amigos, y más aun a la Cinzia, porque estos momentos no son para nada faciles y un abrazo no sobra en estas situaciones.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Luces entre la cuidad...

Diciembre 2009- El atardecer- La cuidad
Querida....:
Una noche en una ciudad es bastante triste como para estar solo.
Pero así lo estoy, camino solo por un paisaje hecho de cemento, mis pasos no son escuchados, mi respiración es contagiada con el smog. Los latidos de mi corazón, ya no los siento, se fueron, eso es probable. Estando rodeado de gente no me siento acompañado, la gente pasa a mi lado sin sentirme y miran indiferentes el ambiente, preocupados de sus propios problemas.
Es el atardecer, de pronto veo el sol por entre los edificios cuadrados, todos iguales, son una sinfonía monótona que hace mucho dejó de ser escuchada.
Si, ya pensarás que esta última carta que recibirás de mi es muy pesimista, ya te veo tirándola por tu ventana y riéndote de mi fría vida. Sé que me estás mirando por esa misma ventana, pero yo no te veo a ti. Estas entre estas muchas lucecitas de estos enormes edificios, pero la tuya está apagada. No quiero levantar la mirada hacía ti. Esto ya es bastante triste y humillante.
Todo lo que sentí por ti ya no se compara con lo que siento en estos momentos. ¡Quiero paz!, ya mi vida es lo peor. Creo que detrás de todo este paisaje se encuentra la felicidad que siempre busqué cuando salí de mi casa esa mañana de Enero.
Pero todo se volvió un ambiente a lo blanco y negro, donde los demás colores fueron arrestados por estos.
Esto ya es predecible ¿no?, sabes que quiero morir, pero en realidad, sé que no me atreveré. O quizás el personaje que domina mis impulsos y mi destino no quiera dejarme así, moribundo, o pienso que podría darme una gran vida. Podría rezarle, ¿que te parece?, yo nunca creyendo en ese Dios, pero vale la pena, eso creo.
Mientras que escribo esto recuerdo nuestros grandes momentos juntos. Sonrió y una lágrima sale de mi ojo izquierdo. Sabes lo sensible que soy en algunos aspectos. Lo siento por mojar la hoja.
¿Lees aun mi carta?, espero con el corazón que si.
Sigo caminando por estas calles desiertas sin ti. Ha anochecido, las estrellas que están en los mismos hogares toman partido en este paisaje que ya está completo, casi completo. Ya nada es lo mismo si tú no estás.
Subo corriendo a un edificio, a nuestro hogar, llego al tejado, las fuerzas han sido muchas.
Tomo aire, recogo pequeñas flores hechas de luces, te hago un ramo. Lo lanzo al aire, espero que te lleguen al lugar donde quiera que estés. Quiero verte, pero tú ya te fuiste para siempre, espero que ese Dios te esté cuidando. Y espero que ese cielo del que todos hablan sea un gran edificio, y que todos los días mires por esa ventana tuya y descubras que salgo a caminar todas las noches, y cada noche te hago un ramo de luces que te dejo cada día en el umbral de tu ventana.

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Espero que les haya gustado esta pequeña carta, hecha por supuesto con mucho cariño para la gente que le gustan mis escritos.

Quiero mandarles a todos los que se pasan por acá (por las casualidades de la vida), que tengan unas hermosas fiestas de fin de año. Si, el cuento no es muy alegre, pero no piensen en él. Sólo quiero que tengan una linda navidad, y claro, que este próximo año sea mejor en todo sentido.

martes, 1 de diciembre de 2009

Cerca del final...





Me senté en un asiento blanco, estaba en un pasillo largo, angosto. No sé que hago acá, tengo mucho miedo, estoy confundida. Las imágenes llegan a mí de la nada, mi conciencia aun no despierta de este ensueño profundo. He coincidido con mi memoria que este lugar es malo, que no debería estar aquí.
Son miles de personas que me hablan, pero no las veo. Al parecer estoy loca, espero estarlo, por lo menos sabría que estoy viva. Me levanto pesadamente de mi banco, mis pies son muy livianos. Las paredes son blancas, al final del pasillo hay un espejo alargado. Camino rápido hacia él. Me veo, soy igual que siempre, mi rostro está perfecto, quizás mucho mejor que nunca ha estado. Sonrío, la mujer del otro lado me devuelve la sonrisa. No dudo que soy yo. Pero hay algo extraño, como ya he dicho, es demasiado bella para ser mi imagen.
Aun viendo mi reflejo, detrás de mi aparece una sombra, me alegro por verla, pero la muchacha que está frente mío no, llora despacio. Asustada me doy vuelta, y si, hay alguien, lo abrazo con fuerza, no tengo idea quien es, ni qué es. Pero no me preocupa, no estoy sola, y eso es lo que importa. Abrazada al extraño, vuelvo mi mirada al espejo, una niña me mira desconsolada, ahora es ella la que se ríe de mí, no comprendo nada, que es lo que pasa. Es seguro que estoy viva porque siento el calor del ser abrazándome. Respira cerca de mí y los pelos de la nuca se me erizan. Veo sorprendida nuevamente mi reflejo, ahora no hay nada, no estoy.
Miro horrorizada como me alejo hacia el banco, ¿Cómo puede ser si estoy parada, mis piernas no se han movido? Me veo sentada, soy una niña, que llora, quiero ir a abrazarla, me llamo, pero no me contesto, ni me miro. Es tremendo esto, no hay más que soledad en esa niña, en mi.
Se para nuevamente, no se da vuelta a mirarme al espejo, camina hacia el lado contrario, me doy vuelta y compruebo que hay una enorme puerta giratoria, reviso el espejo, la niña abre la puerta, de ella entra un resplandor fugaz, me enceguezco por un segundo.
Diviso la pequeña figura de la niña que sale por la puerta, y yo sin poder hacer nada, la dejo irse, para quedarme sola, sin ella, sin mi alma que se salio de mi cuerpo.
Me voy a sentar a la banca, vuelvo a estar sola.
Mientras espero en el Purgatorio, que San Pedro lea mi currículum y decida que hacer conmigo.

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Este tiempo me he demorado en escribir algo, pero como siempre llega la inspiracion en el momento menos indicado. Espero que les guste el cuento, yo lo amé...(que poco humilde..)
Falta poco para la gira y espero pasarla geenial..fin de año ya está acá...y es lo máximo.
Hoy me pasé por fuera del mall Florida..y recordé el año pasado que nos vimos con los pollos..y la pasamos demasiado bien, además que la recordaré como una buena época de Navidad, no puedo decir que con ustedes no lo paso bien. En fin...va dedicado a ellos jeje...a Kari, que está dando la psu y debe estar nerviosa pero estoy segura que le fue genial. A cat, que hace muucho que no hablo con ella..y espero verla pronto..eres taan adorable mi pequeñaa jeje... Y claro al Oscar ps..todos los dias hablo contigo, pero se extraña arto poder verte ^^. Una de las mejores experiencias que he tenido ha sido conocerlos..somos tan diferentes todos jejej..Los quiero!!!

y eso...adios!!

pd: me alargué un poco jeje